¿Estamos creando una sociedad que permite estas aberraciones? ¿Tan poco valor tienen las vidas de nuestros jóvenes? ¿Y no le pegan sus padres o algo? ¿Son peores ellos que ellas? ¿Qué estamos haciendo los españoles? ¿O los humanos en general? ¿Estamos llegando a un límite en nuestra civilización? ¿Se están derritiendo los polos? ¿Farruquito ya tiene de nuevo el carnet? ¿Ramoncín nos obligará a quitar nuestras encuestas? Yo ya no sé qué pensar de todo. Tras esto, me estoy replanteando mi vida, porque esto no es normal. No pondremos los nombres de las zagalas, porque pensamos que el día de mañana querrán tener un trabajo más o menos decente y con sus nombres asociados a actos como estos, pocos empresarios las contratarían, pero no estaría de más. Como podéis ver en el título de la noticia, hay gente que no tiene mejor cosa que hacer que perder once días de su vida haciendo cola para poder estar en primera fila de los conciertos que dará Tokio Hotel en España un día de estos (los fans que veáis esto ya sabréis las fechas de memoria, y los que no la saben es que no les interesa). De hecho, uno fue hoy a la tarde. Aquí recogemos las declaraciones de éstas superfans:
“Cuando salgan al escenario, nos volveremos locas. Gracias a que tengo unos familiares he podido ir y venir para comer y dormir un ratito”. Su amiga también comenta: “Pero en estos once días ha venido gente amenazando con que se colarían. Nos ha granizado y todo, pero no importa, en cuanto salgan al escenario nos tiraremos todas encima. Son los mejores y los más guapos”, vamos, que cualquiera que pasaba por ahí las trolleaba diciéndole que vendrían a última hora y pasarían antes que ellos. Risas máximas.
Otra chica afirma que por motivos de trabajo sólo ha podido estar dos días en la cola (seguramente no estaría tantos en la del INEM en caso de no tenerlo, ¿eh?), pero en 2008 estuvo un mes enterito. Y lo dice impunemente, sin complejo. Más cosas que nos cuenta esta última: “Me gustan sus letras, te hacen sentir como si fueras tú el que cantas. Las letras te llegan, porque expresan cosas que has vivido, ellos han sido adolescentes como nosotras”.
Claro, el resto de artistas no fueron adolescentes y no se sienten identificados con ellos. De todas maneras, aún queda algo de racionalidad detrás de tanto fangirlismo: “El éxito se les ha subido a la cabeza, pero es normal, con tanta fan como todas nosotras, a quién no se le subiría”. En fin, así va el país. Se acaba el trolleo por hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario